Investigación vincula experiencias traumáticas infantiles con alteraciones de microbiota oral y enfermedades en etapa adulta
- circulopoliticohid
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Una investigación del Tecnológico de
Monterrey ha dado un importante paso hacia el desarrollo de herramientas innovadoras
para la prevención y diagnóstico oportuno de enfermedades crónicas relacionadas con el
estrés infantil, mediante la identificación de biomarcadores del microbiota oral y sus
alteraciones que pueden asociarse a Experiencias Adversas en la Infancia (Adverse
Childhood Experiences o ACEs, por sus siglas en inglés).
El estudio es liderado por Cristina Elena Cabrera González, estudiante del Doctorado en
Biotecnología y la Dra. Rocío Alejandra Chávez Santoscoy, profesora investigadora de la
Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey, especialista en Seguridad
Alimentaria y reconocida a nivel internacional por sus investigaciones relacionadas con el
desarrollo de recetas de nutrición funcional para pacientes con enfermedades crónicas.
Este proyecto forma parte del Proyecto Insignia de Seguridad Alimentaria y Nutrición de la
Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey, la investigación se enfoca
en cómo las adversidades durante la infancia (como la violencia doméstica, la negligencia
o el abuso emocional y físico) pueden provocar una respuesta de estrés exacerbado y/o
crónico en los niños, impactando su salud a largo plazo y propone tratamientos
preventivos para ayudar a mejorar su calidad de vida en la etapa adulta.
El impacto del estrés infantil en la salud: una realidad alarmante
Las experiencias adversas en la infancia (ACEs) son circunstancias que representan una
amenaza grave para el bienestar físico y psicológico de los niños. Entre ellas se
encuentran el abuso físico, emocional y sexual; la negligencia emocional o física; y
situaciones familiares, la violencia doméstica, la enfermedad mental de un pariente, el
encarcelamiento de un familiar o el abuso de sustancias por parte de integrantes de la
familia o de los propios menores, por mencionar algunos ejemplos.

En México, 19.3% de los niños entre 24 y 59 meses no alcanzan los hitos del desarrollo
infantil. De acuerdo con datos recientes de UNICEF al menos 60% de los niños a nivel
mundial, sufren abuso psicológico o castigos físicos, por otro lado, un 50.4% de los niños
en México ha sido educado mediante métodos violentos, y el 95.2% ha estado expuesto a
al menos un factor de riesgo relacionado con el maltrato infantil. Estas experiencias,
además de afectar el potencial humano y el comportamiento infantil, desencadenan
respuestas fisiológicas que pueden tener consecuencias graves en la salud a largo plazo.
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